En 1967, Amiri Baraka, uno de los poetas y activistas negros más radicales de Estados Unidos (quien falleció en enero de este año) fue condenado a tres años de cárcel porque un jurado lo halló sospechoso de ser “participante en la formulación de un complot para encender la chispa de la noche del 13 de julio de 1967”. El cargo, después desestimado, se basaba en un poema de Baraka ( Black People!).
Partiendo de este significativo incidente dentro de la historia del movimiento por los derechos civiles norteamericanos, Adler Guerrier titula su presente exposición abierta ahora en el PAMM: Adler Guerrier: Formulating a Plot (Adler Guerrier: Formulando un complot).
El título se apoya en el vocablo “ plot” que en inglés se refiere a un tiempo a complot y terreno o parcela, resumiendo así de manera efectiva la propuesta de Guerrier, quien desde el comienzo de su carrera ha estado interesado en el escrutinio del paisaje urbano en tanto termómetro psicogeográfico de nuestro entorno inmediato.
Guerrier (Puerto Príncipe, 1975) llegó a Miami cuando tenía 12 años acompañado de sus padres. Cursó estudios en el DASH (Design and Architecture High School) y más tarde (en el 2000) se graduó del New World School of the Arts. Adler Guerrier: Formulating a Plot resume 15 años de carrera de Guerrier siendo esta la primera exposición retrospectiva de este paradigmático artista de la escena local.
Heredero de la cultura del flâneur inaugurada por Baudelaire a mediados del siglo XIX, Guerrier, cual caminante errante, se adentra en el entramado urbano del barrio para imbuirse de situaciones y paisajes que lo interpelan a su paso. “Solo tengo que salir a la calle”, explica Guerrier, “mi trabajo tiene mucho que ver con el movimiento, narración, pero también con la representación y percepción ficticia de los lugares”. Esta suerte de antropología urbana permite al artista recuperar zonas elididas de la historia de la ciudad, al tiempo que constituyen un sopesado análisis y cuestionamiento acerca del espacio que cohabitamos, su historia, su belleza a ratos inadvertida, sus contradicciones y olvidos.
Su serie Untitled (Flâneur nyc-mia), 1999-2001, incluida en la presente muestra se compone de una docena de fotografías en las que con una aparente descuidada composición, el artista –generalmente de espaldas– invoca la personalidad del flâneur. La serie, cargada de la fascinación por ese entorno cotidiano que a ratos olvidamos, implica un autorreconocimiento del ente social y su entorno.
En la obra de Guerrier predomina una extraña atmósfera intimista que proviene del manejo de recursos no enfáticos como el empleo de lo fragmentario, el objet-trouvé, la acumulación, el collage y el pastiche. La mayoría de las veces sus obras aparecen sin marco, directamente pinchadas sobre la pared, y sus fotografías generan la impresión de una composición apurada, un poco como de paso. Todos estos recursos a nivel formal generan un interesante comentario acerca de la cultura contemporánea caracterizada por la hibridez y la yuxtaposición.
Para Guerrier, la práctica artística, impregnada de un alto sentido poético, está directamente asociada a la recuperación de la memoria –individual y colectiva– y la dignificación de ese entorno urbano inmediato en el que se inscribe nuestra existencia diaria. Un entorno muchas veces ignorado tanto a nivel social como personal. En este sentido baste mencionar series como Untitled (Nine to Five), 2002; Untitled (Overtown North), 2006; o Untitled (Morningside Night), 2006.
Pero, sin lugar a duda, donde mayor significado alcanza la obra de Guerrier es cuando ese paisaje urbano anodino, portador de historia y, por ende, de identidad, deviene un catalizador de la conciencia social.
Untitled (BLCK-We Wear the Mask), 2007-08, incluida en la presente muestra y presentada con antelación en la Whitney Biennial de 2008 es esencial al respecto. Para este proyecto, Guerrier inventó un grupo radical afroamericano (BLCK) con sede en Miami. La instalación resultante, creada por el ficcional grupo de colaboración artística, permitía a Guerrier repasar la historia del movimiento por los derechos civiles a nivel local. En específico, los disturbios de agosto de 1968 en Liberty City, que tuvieran lugar al mismo tiempo que se celebraba la Convención Nacional Republicana en Miami Beach. Guerrier presenta una pléyade de documentos apócrifos (señalizaciones, carteles, película, dibujos y fotografías) que procuran recuperar la historia sociopolítica de la ciudad y su sintonía con los movimientos por los derechos civiles a nivel nacional en la década de los años 1960 y, en específico, el año 1968, en que Martin Luther King, Jr. y Robert Kennedy fueron asesinados.
En ocasiones, el juego con consignas políticas y anuncios de compraventa de autos o casas en efectivo develan la vacuidad de las promesas de los comisionados locales. Tal es el caso de Untitled (Shadow & Act), 2010.
En otras, el empleo del dibujo fragmentario en grafito y los detalles de color pastel MiMo enfatizan el contrapunto del discurso con la frivolidad asociada a los colores pasteles de la arquitectura MiMo (Miami Modern). En este sentido, destaca su serie Untitled (Orchids and Boutonnieres), 2010, y Untitled (Study Blue Seafoam), 2013–14.
Adler Guerrier: Formulating a Plot es una excelente exposición que resume a cabalidad la propuesta de Guerrier, quien como ningún otro, retrata la herencia psicosocial que encierra el paisaje urbano de Miami. •
Janet Batet es escritora, curadora y crítica de arte. Escribe para diferentes publicaciones, galerías y museos.
‘Adler Guerrier: Formulating a Plot’ en el PAMM, 1103 Biscayne Blvd., www.pamm.org. Hasta el 25 de enero.
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